Ensayo: Planificación multiescalar participativa
Lectura: Planificación multiescalar participativa
Autor: CEPAL
Según la CEPAL, la planificación multiescalar se considera “como
expresión de objetivos, estrategias y/ o prioridades que se desarrollan entre
niveles del Estado, bajo la lógica de una coordinación y articulación
coherente, alineada e integral”.
Sin embargo, los nuevos modelos de gobernanza
requieren que dicha planificación no se dé únicamente entre instancias
estatales a nivel nacional, regional, local, etc, sino, que trascienda la toma
de decisiones desde nivel de jerarquías hacia el involucramiento de la participación
ciudadana.
La participación ciudadana es un derecho
fundamental del ser humano y debe estar basada en una ciudadanía soberana que
tiene la posibilidad de elegir quién le represente, que tenga la conciencia de
que es un sujeto de derecho frente al Estado y que requieren ser tratados por
igual ante la ley.
Con relación a lo que plantea la teoría y lo
que ocurre en la práctica en nuestras sociedades, considero que hay un vacío no
sólo de conocimiento teórico sino de aprehensión de lo que implica la
participación tanto desde la institucionalidad como de la ciudadanía misma.
Considero que falta formación cívica, al menos
a nivel nacional y local en Costa Rica es un tema que requiere de atención, esto
se ve reflejado en el abstencionismo en las elecciones tanto del gobierno
nacional como local, producto de muchos factores entre ellos la desinformación,
la falta de compromiso como ciudadanos(as), el desinterés, la apatía quizá por experiencias
con anteriores gobernantes, etc.
Sin embargo, el no conocer los derechos y los
deberes ciudadanos, hace que las personas responsabilicen a otras de las
consecuencias negativas y no asuman sus propias responsabilidades, si la
ciudadanía comprendiera que en los procesos de participación está haciendo
valer su voz y su voto, y que en la elección de gobernantes está “firmándole un
cheque en blanco”, depositando su confianza para que tome las riendas del país,
y se comprendiera además, que somos
responsables desde nuestros pequeños espacios con nuestro accionar para que el
país avance por un buen camino, todo funcionaría de manera diferente.
Esto último es lo que el autor refiere cuándo
habla de la relación de la ciudadanía y el poder, ya que, el poder no solo está
en la representación jerárquica, sino que dentro del rol que cada actor
desempeñe en la sociedad, así también representa su cuota de poder, de manera
que la participación es poder de decisión.
La falta de formación cívica lleva a los
habitantes de mi país a relacionar la democracia con la posibilidad de ejercer
un voto electoral cada cuatro años, sin embargo, se olvida que la democracia
está en la cotidianidad de nuestras vidas y que es importante trascender el
individualismo de pensar solo en el beneficio propio, a reconocer que somos
seres aislados y que es necesario la defensa de intereses de todo aquello que
nos afecta, nos interesa y nos impacta a todos.
Uno de los aspectos trascendentales que señala
el texto es la transparencia y el acceso a la información, lo cual es de suma
importancia en los procesos de participación ciudadana y que está relacionado a
lo que anteriormente menciono como la falta de formación cívica. Es notorio ver
y escuchar a las personas referirse a acciones propias del gobierno central o
local, sin una visión crítica y analítica, sino retórica de los enfoques de
odio que se divulgan por medio de las redes sociales o medios de comunicación y
esto está relacionado con la falta de información de cómo opera la estructura de
los gobiernos nacional y local, así como sus respectivas competencias.
Un ejemplo de las exigencias por desconocimiento
es lo que está sucediendo en el país actualmente, a pesar de que recientemente
se realizaron las elecciones presidenciales, aún no se ha elegido el próximo
gobernante por no alcanzar el porcentaje requerido, lo que implica una segunda ronda
de elecciones. Sin embargo, en este momento las personas se preocupan más por
la elección del Presidente de la República que por los y las diputadas de la
Asamblea Legislativa, siendo éste el grupo de personas encargadas de aprobar o
desaprobar las leyes que regulan el país y ya éstas personas fueron nombradas
en la primera ronda electoral, luego se le atribuye al Presidente acciones que
no le corresponden sino a la Asamblea Legislativa dónde nunca hubo interés por
saber quiénes la integrarían.
La desinformación también lleva a prácticas
confusas relacionadas con la organización ciudadana. La organización es un
derecho ciudadano, lo que significa que ninguna persona puede ser obligada a
organizarse y tampoco puede permitir que se limite su posibilidad de hacerlo,
sin embargo, el desconocimiento sobre esto lleva a muchas personas a formar
parte de organizaciones conformadas por personas inescrupulosas, que con sus
fines de lucro pretenden agrupar a familias para la supuesta lucha por la
consecución de las políticas sociales, convirtiéndose para las personas en
experiencias de engaño y de estafa.
De ahí la importancia de que la información que
emitan las instituciones sea oportuna, entendible, actualizada y completa para
la ciudadanía, pero también debe existir responsabilidad en la ciudadanía en cuanto
a la búsqueda y recepción de la información que les aporte herramientas
importantes para la participación no solo informativa, sino que trascienda a
una participación decisoria en la toma de decisiones y de cogestión, dónde
asuman roles de implementación y seguimiento de las políticas en su territorio.
La dinámica actual en los territorios demanda
de una planificación multiescalar en la toma de decisiones, escalas que
contemplan la participación del Estado, la sociedad civil y el sector privado,
dónde la coordinación y articulación de estos, permita planificar estrategias
de desarrollo de los territorios ajustadas a sus intereses y particularidades.
La lectura hace mención de que los procesos de
planificación en los territorios debe contemplar una serie de variables como la
etnia, la edad, la cultura, la posición económica y el sexo. Sin embargo,
considero que esta segregación de variables en la especificidad para la
generación de acciones de política pública no se tiene tan claro y tienden a convertirse
en herramientas de polarización de la población.
Sucede tanto a nivel de gobierno local como
nacional que la incorporación de estas variables en la elaboración de
instrumentos de política pública generalmente es utilizada por cumplir con los
compromisos asumidos en convenios internacionales y no necesariamente enfocados
en una necesidad de atención de sus intereses y necesidades particulares.
Tres ejemplos del país sobre esto en cuando a etnia,
edad y género. En el tema de la población indígena, existe legislación que poco
a poco se ha ido particularizando para el acceso a subsidios del Estado que se
adecúen a su cosmovisión. Sin embargo, existe aún, un distanciamiento entre el
habitar indígena y la comprensión de esta población para con la dinámica
estatal y viceversa, esto conlleva a que las intenciones de acercamiento y
diálogo sean en ocasiones infructuosas, los territorios indígenas exigen atención
del estado, pero cuándo éste pretende intervenir, éstos exigen su propia
autonomía en su territorio, entonces en ocasiones se dificulta el consenso.
En cuanto a la edad, nuestros territorios están
un proceso de transformación demográfica, dónde la cantidad de población adulta
mayor es cada vez más significativa, sin embargo, se hacen acciones de política
pública partiendo de la vulnerabilidad que representan, pero desde un punto de
vista asistencialista y sin proyección a futuro, a nivel estatal y local no
parece estar habiendo interés necesario en la implicación que conlleva no solo
para la población adulta mayor sino para el país en general y en las dinámicas
territoriales, que la población sea conformada cada vez por mayor cantidad de
población adulta mayor y se continúa estereotipadamente relacionando la vejez
con la enfermedad, deterioro, intransigencia e improductividad.
En tema de género es un tema también de
confusión en la gestión de política pública del país y a nivel local, porque falta
claridad de lo que implica el género y se ha relacionado directamente con la
atención de las mujeres, por lo que, hablar de género para la mayoría es sinónimo
de mujer, de modo que, cuando se pretende hablar de la transversalización de
género se confunde, y se relaciona directamente con fortalecer el apoyo y la
protección a las mujeres, generando polarización de la población.
En este sentido hablar de género en cualquier
dimensión del accionar estatal, es repulsivo en la ciudadanía y en los
funcionarios públicos principalmente masculinos porque lo ven como una amenaza
en su contra. Para muestra, lo que está sucediendo actualmente en las
elecciones presidenciales, uno de los candidatos fue cuestionado y procesado
por temas de abuso sexual, hoy, la dinámica del país gira entorno a este tema
dónde existe una sociedad polarizada entre aquellas personas defensoras de los
derechos de las mujeres, pero, por otro lado, una sociedad machista que ve como
normal las conductas de acoso contra las mujeres y les parece que no es un tema
de relevancia para la ciudadanía.
De este modo, para que exista una verdadera
participación ciudadana, no en beneficio individual, sino en beneficio
colectivo, se requiere mayor sensibilidad humana, se requiere entender que no
somos seres aislados, sino que somos parte de un colectivo y que las decisiones
que se toman no son ajenas a nosotros(as), sino que nos impactan de diferentes
maneras.
La planificación multiescalar requiere romper
las barreras de las relaciones existentes entre los diferentes actores del territorio,
esto implica la sensibilidad y la comprensión de que todos son actores
importantes para el funcionamiento del territorio, y que a pesar de que cada
quién tiene sus roles y competencias establecidas, debe existir una relación
simbiótica para orientar el territorio hacia los mismos objetivos estratégicos.
La segregación poblacional y sectorial en la
toma de decisiones, en cuanto a la formulación e implementación de políticas o
programas exclusivos, no genera más que desigualdad en el acceso al derecho de
la ciudad, y por tanto, se requiere mayor atención y comprensión en el tema de
derechos humanos como eje transversal en la generación de herramientas de política
pública.
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